En Tahití, los pájaros viven en los árboles y, por la mañana, bajan al agua. El pescador observa desde la orilla y ve en qué punto los pájaros se lanzan sobre el agua para pescar, en qué ángulo y cuánto tiempo tardan en volver a la superficie. Con toda esa información, los pescadores saben por dónde acercarse a los peces sin asustarlos y a qué profundidad lanzar las redes. Así que, si observas las señales en tu vida, conseguirás lo que necesitas, obtendrás tu recompensa. Observa y, a veces, no te muevas.
Tomada del libro: La Plegaria Secreta de Joe Vitale
¡Me encanta esta historia! Nos recuerda claramente las bases para conseguir los recursos en la vida y nos demuestra la forma en que los seres humanos hemos aprendido a interactuar con la realidad y ser recursivos.
No se trata únicamente de esperar que las cosas nos “lleguen solas del cielo”, sino de tener fe en la vida, esperar y estar atento a las respuestas a nuestras plegarias y deseos. Estas respuestas suelen venir disfrazadas de señales, oportunidades, opciones, hacen que el siguiente paso sea obvio.
En palabras de Joe Vitale:
“Aunque no seas pescador, entiendes a la perfección la analogía y el mensaje de prestar atención a las cosas. En otras palabras, no es cuestión de que lo Divino nos dé cosas, sino de saber estar quieto y prestar atención. Estas son las raíces de las que nacerá tu plegaria secreta.”
Al recordar nuestra esencia espiritual y estar atentos a las señales del universo, descubrimos un camino lleno de posibilidades. Es en esa quietud y atención donde encontramos las respuestas que buscamos y la guía que nos coloca en el camino de nuestro propósito más elevado.